Umbral de rentabilidad: cálculo y uso según el sector de actividad

¿Cuándo empieza una empresa a ser rentable y dar beneficios? La respuesta es simple ¿no? Pues cuando obtiene unos ingresos mayores que sus gastos. Sí, correcto, pero a veces, para llegar a ese momento, el camino no es fácil y está lleno de espinas, hasta el punto que muchos negocios caen antes. Para tener una idea más clara de cuándo tu negocio va a comenzar a dar beneficios vamos a explicarte aquí el concepto de umbral de rentabilidad.

Qué es el umbral de rentabilidad

Podemos definir el umbral de rentabilidad en una sola frase: es el punto en el que los ingresos totales son exactamente iguales a los costes totales de una empresa. Es decir, es el momento justo en el que una empresa no obtiene beneficios ni pérdidas.

El cálculo y obtención de este dato permite a todo empresario saber cuánto tiene que ingresar para al menos no perder dinero, recuperar su inversión y estar en equilibrio financiero. Si sus resultados están por encima de este umbral, es una buena señal. Por debajo de ella, su negocio no es rentable. Por tanto, no puedes obviar este concepto si quieres saber qué dirección tomar en tu negocio. 🤔

El umbral de rentabilidad está inextricablemente ligado al punto de equilibrio o punto muerto, que indica el punto a partir del cual una inversión empezará a generar un beneficio. Conocer tu umbral te permitirá saber a qué precio tienes que vender tus productos, cuánto necesitas vender o qué número de clientes debes aceptar para que tu negocio sobreviva.

¿Cómo calcular el umbral de rentabilidad?

Puede mostrarse gráficamente o calcularse mediante una sencilla fórmula matemática. Para su obtención necesitas conocer una serie de datos, a saber: los costes fijos y constantes, y la llamada contribución de cobertura:

• Costes fijos (CF): Estos costes se producen siempre después de la decisión de iniciar una actividad económica y son unos gastos constantes, como el gasto en personal, en las infraestructuras, los impuestos, el seguro…
• Contribución de cobertura (Cc): Este dato es el resultado del precio de venta unitario (Pv) de cada uno de tus productos o servicios, menos los costes variables (Cv), que son aquellos no fijos y que dependen del mercado y otras variables, como el volumen producido.

La fórmula para la obtener el umbral de rentabilidad es entonces así:

Está más que claro, la rentabilidad va a estar determinada por el momento en que se recuperan los costes fijos. Así que no dudes en aplicar esta fórmula. La calculadora para negocios procalc.app es una herramienta que te facilita la tarea 💪

Algunos ejemplos de uso del umbral de rentabilidad

¿Tienes una empresa de muebles y quieres lanzar un nuevo producto? ¿No sabes si te compensa seguir ofreciendo el plato estrella de tu restaurante? ¿Te gustaría invertir en una nueva nave industrial? Todos estos son casos en los que conocer el umbral de rentabilidad es muy útil para tomar una decisión. Veamos algunos ejemplos más de su uso. 

• El umbral de rentabilidad en el comercio. Puedes usar el análisis de esta métrica para múltiples situaciones, como elegir el momento idóneo para lanzar un nuevo producto al mercado: quizás, el precio de tu materia prima ha subido mucho y no es un buen momento porque tendrás que vender muchas unidades y no es factible. Puede servirte para determinar el precio de un producto y saber cómo venderlo en relación a tus costes. O también puede permitirte evaluar un cambio en tus costes fijos y variables, por ejemplo, si el alquiler de tu local ha subido mucho, a lo te pueda interesar cambiarte a otro.
• El umbral de rentabilidad en la hostelería. Si has montado un restaurante, con este dato podrás conocer cuántas ventas necesitas para recuperar la inversión O si las obras de ampliación que quieres hacer van a permitirte tener más mesas servidas por los mismos camareros o vas a tener que contratar a otro, y qué salario vas a poder ofrecerle.
• El umbral de rentabilidad en el sector inmobiliario. Por ejemplo, con la subida del precio de los materiales de construcción, estas empresas deben fijar su umbral claramente para no perder dinero. Así van poder fijar los precios de sus activos en alquiler o en venta. ¿Pero no lo subáis mucho, eh? 😉